EL REINO DE MALLORCA.
En virtud del tratado de Agnani, el rey Jaume II dAragó hermano y sucesor de Alfons III- devolvió a su tío Jaume II de Mallorca las Baleares; Alfonso III le había arrebatado Mallorca poco antes de la conquista de Menorca. Así nuestra isla pasó a depender del reino de Mallorca el año 1298, que comprendía además de las Baleares los condados de La Cerdanya, El Rosselló y la ciudad de Montpelier en el sur de Francia.
Nuestra isla, que había estado poco atendida durante su primer período de dependencia del reino de Aragón fue objeto de especial cuidado por parte de Jaume II de Mallorca, "el sabio y buen rey" comó le llamó el beato Ramón Llull.
Nueva repartición de las "cavalleries" o feudos de Menorca, realizada por los procuradores de dicho monarca Arnau de Burgues y Pere Esturs, reunidos con los representantes menorquines en la iglesia de Sant Francesc de Ciutadella el 24 de enero de 1301. No faltarían dificultades, ni protestas de los que, habiendo sido agraciados por Alfons III con extensos latifundios, veían ahora como se mermaban sus feudos de una manera más racional. Los feudos habían de pasar indivisos a los primogénitos -ley del "hereu", común hasta hace poco en Cataluña y que en Menorca sólo se conserva en las familias aristocráticas-.
El 30 de agosto del mismo año 1301 otorgó Jaume II de Mallorca la "Carta Puebla" de Menorca, compuesta por 67 disposiciones legales que son el fundamento de los diversos derechos y privilegios de la isla.
El 29 de abril de 1304 dio el mismo monarca las primeras disposiciones encaminadas a fundar la nueva población llamada actualmente Alaior, en una alquería previamente adquirida por el real patrimonio y que se denominaba con el vocablo árabe "Ihalor".
Es también obra de Jaume II de Mallorca la nueva estructura eclesiástica de Menorca, importante documento redactado de acuerdo con el obispo de Mallorca, y conocido por el nombre de "Pariatge".
Jaume II falleció el año 1311, en la ciudad de Perpinyà. Su segundo hijo Sanç I (el primogénito abrazó la religión franciscana) ratificó los derechos y privilegios concedidos por su padre a Menorca. El 23 de agosto de 1319 declaró francos a los judíos establecidos en Menorca, equiparándolos en todo a los demás ciudadanos. Murió el año 1324.
Después la dinastía mallorquina fue perseguida secularmente por la ambición de la rama principal de los reyes de Aragón. JaumeIII, sobrino de Sanç, fue destronado por su cuñado Pere IV "el Cerimoniós" dAragó; queriendo reconquistar su reino, fue muerto en la batalla de Llucmajor. Su hijo, Jaume IV de derecho, estuvo prisionero hasta 1363, en que logró fugarse de su encierro; entró entonces al servicio del rey de Castilla y halló muerte oscura peleando en Soria el año 1375.
Así se extinguió la rama real mallorquina y Menorca quedaba así incorporada al reino catalano-aragonés.
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