LA CONSTRUCCI�N.

 

1.-NECESIDAD DE ALGO NUEVO

 

A principios del siglo XVIII el instrumento m�s en boga es sin duda el clavec�n, pero a mediados de siglo, en Alemania y sobre todo en Escandinavia, se empieza a preferir el clavicordio: al m�ximo de su potencia, no sobrepasa el pianissimo del clavec�n, pero, sin embargo, el clavicordio seduce por su capacidad de seguir las l�neas de expresi�n, de hacer sonoridades plenas o desligadas all� donde el clavec�n mantendr�a el mismo car�cter.

 

As� pues, el clavicordio que hasta este momento el compositor utilizaba de alguna manera como escritorio (se pon�a en cima de una mesa), se har� m�s grande, se colocar� encima de unas patas, se la a�adir�n cuerdas, conservando solamente una tangente por cuerda. Sin embargo, no es suficiente. Algunossue�an con un instrumento que tenga la potencia del clavec�n y el toque del clavicordio; un instrumento que pueda crear din�micas verdaderamente diferentes en funci�n de la velocidad del ataque sobre la cuerda, piano y forte.

 

En una generaci�n, de Juan Sebasti�n a Carl Philipp Emanuel Bach, la m�sica pasa de una era a otra (del barroco al clasicismo). Para concretar este gran camcio era necesario un nuevo sonido, un nuevo instrumento.

 

2.- LA CREACI�N

 

En 1709, en Florencia, un constructor de clavecines llamado Bartolomeo Cristoforis hab�a dado a conocer p�blicamente el invento de un instrumento �� clavicenvalo con piano e forte�� cuyo mecanismo resolv�a la cuesti�n de manera decisiva (sus trabajos hab�an empezado en 1698). Fueron precisos 70 a�os para que este instrumento impusiera la claridad de su principio

 

�Qu� propone realmente Cristofori?. La cuerda es golpeada por un macillo articulado; �ste vuelvea caer despu�s de haber percutido la cuerda, previamente liberada y despu�s apagada individualmente. El macillo es recogidoen un determinado momento de su ca�da, a punto para percutir de nuevo. Es ya el principio que gu�a el mecanismo de���������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� los pianos modernos, lo que convierte al invento de Cristofori en algo casi genial���������������� (ademas, en 1720 inventa el principio del ��pedal celeste�� que contin�a todav�a hoy). M�s tarde Silberman y Zumper se encargar�n de propagar el invento de Cristofori. Har�n alguna variaci�n, y tambien Stein y Sebastian Erard en Francia.

 

 

3.- LOS CLAVICINISTAS SE CONCIERTEN EN PIANISTAS

 

Londres, Viena, Par�s: en estas tres capitales musicales y en treinta a�os el piano se impone definitivamente. Los m�sicos buscaban un instrumento en el que pudieran modular la din�mica: constructores apasionados fueron creando prototipos. Sus esfuerzos culminaron en el principio de un repertorio y en una carrera p�blica en constante progreso.

 

4.- SEGUNDO NACIMIENTO: 1810-1870�����

 

De forma general, los pianistas de esta �poca tienen todav�a importantes defectos de homogeneidad. Lo que quieren los nuevos pianistas se resume en una palabra: �m�s!, m�s potencia y m�s ligereza. M�s ataque y m�s resonancia. M�s control de los matices. M�s notas.

 

M�s potencia: las investigaciones se dirig�an a los macillos y a la tensi�nde las cuerdas. Gean-Henri Pape tiene la idea de cubrir los macillos con filtro duro en vez de piel. Se gana as� en precisi�n y fuerza. Desde este punto de vista, el progreso es muy r�pido y todos los pianos aumentan en esta �poca su homogeneidad, potencia y definici�n de los registros.

 

M�s control de los matices: Sebastian Erard es quien tiene la idea m�s brillante y dar� lugar al (llamado abusivamente) ��doble escape�� que se utiliza hoy en d�a.

 

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�NDICE.